Si, has leído bien, 5.000 calabazas talladas a mano para
celebrar Halloween, son las que te podrás encontrar en Hudson Valley (cerca de
Nueva York), si decides visitarlo en estas fechas.
Es un espectáculo que se celebra todos los años para
festejar Halloween, pero a diferencia del que te ofrecía para visitar en Dallas, este es un espectáculo nocturno. Todas las calabazas talladas a mano
contienen iluminación, y de noche conforman un fantasmagórico y delirante
recorrido que atrae a niños y mayores.
Quizás lo más llamativo de todo este montaje con calabazas,
es que no se trata de unas calabazas talladas sin más, son composiciones
realizadas con muchas calabazas a la vez, para crear un ambiente sorprendente.
Todo lo que se te ocurra que pueda servir para dar miedo en
la noche de Halloween, está aquí representado en forma de escultura calabacil:
desde una serpiente marina gigante, la que seguro hacía temblar al mismo Capitán
Nemo, hasta un dinosaurio gigante, haciendo sombra a los que aparecían en la
película, Parque Jurásico.
Seguro que después de toda esta exhibición de esculturas
realizadas con calabazas, te habrás preguntado de donde viene la costumbre,
cual ha sido el origen de toda esta cultura, que asocia el realizar estas
linternas con calabazas, a la festividad de Halloween.
Parece ser, o al menos esa es la creencia, que la creación
de linternas con calabazas en la festividad de Halloween, se originó en
Irlanda en el siglo XVIII. La idea era representar caras grotescas, que imitaran a lo que los
Irlandeses pensaban que podían ser los espíritus o duendes, para colocarlas la
noche del 31 de octubre al día 1 de noviembre, cuando ellos pensaban que los espíritus
eran más activos y estaban destinadas a ahuyentar a los demonios que buscaban
hacer daño.
Si por casualidad te encuentras en estas fechas por Nueva
York puedes visitar esta exuberante exhibición de calabazas talladas, y luego
nos lo cuentas.
Fuente: Hudson Valley
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